Una conclusión muy simple. Basta sumar 60 minutos de jogging a la semana para vivir más años. El estudio lo acaban de publicar los cardiólogos del Hospital Fredricksberg de Copenhague y consiste en un nuevo corte transversal de esa maravillosa investigación a largo plazo en la población danesa que arrancó en 2001, una nueva rodaja de ese largo salchichón que va a terminar siendo el Copenhagen City Heart study.
En este corte se ha estudiado a 1.100 personas que hacían jogging todas las semanas, se analizaron los fallecimientos registrados en los 13 años que ya lleva el estudio y se los comparó con los producidos en 3.950 personas de vida sedentaria. Al dividir a los corredores en grupos en función del ritmo al que solían ejercitarse (bajo, moderado o elevado) el menor número de fallecimientos se registró en los que corrían al ritmo más suave. A continuación venían los de ritmo moderadoy, curiosamente, no hubo diferencias estadísticas entre los sedentarios y los que corrían a mayor intensidad, que fueron los que registraron más muertes. "Resultados en forma de U" escribe el doctor Schnohr, investigador principal del estudio, al explicar esta coincidencia en las tasas más altas de mortalidad entre los que no hacen ejercicio y los que lo hacen a mayor intensidad. Conclusión del estudio: es suficiente correr una hora a la semana, se puede hacer incluso en tres sesiones y el ritmo debe ser suave. Así se vive más años.
Intentando desentrañar, desmenuzar los estudios, desgranar lo más importante, lo novedoso de la investigación médica. La mejora de la calidad de vida, el rendimiento físico y la lucha contra el dopaje son los tres focos de los avances médicos que comento en este blog.
viernes, 27 de marzo de 2015
domingo, 1 de marzo de 2015
Depresión, ejercicio físico, conducir y ver televisión
La investigación procede de la Universidad de California del Sur. Se trata de un estudio longitudinal en el que se ha seguido a 4.800 personas desde 1982 para comprobar cuál es el efecto de los hábitos sedentarios sobre el desarrollo de depresión. En concreto se investigaron las dos prácticas sedentarias más frecuentes en nuestra vida diaria: ver televisión y conducir. A la hora de analizar la información final apareció un dato decisivo: el nivel de ejercicio físico que realiza la persona.
En los últimos nueve años (los que analiza el estudio), un 12% de los individuos estudiados reportó síntomas depresivos. ¿Cómo influyó el tiempo dedicado a conducir y a ver la televisión en la depresión? Los que conducían más de nueve horas a la semana vieron aumentado su riesgo de depresión en un 28%. Los que veían más de 10 horas de televisión semanal presentaron aún más riesgo: 52%. Y los que combinaban más de 19 horas entre estos hábitos sedentarios vieron dispararse el riesgo hasta un 74%. La mejor noticia del estudio llegó del lado de los que practicaban ejercicio físico. Aquellos que sumaban dos horas y media semanales de ejercicio (la recomendación actual) vieron cómo la conexión entre conducir, ver televisión y el desarrollo de hábitos depresivos desaparecía totalmente.
En los últimos nueve años (los que analiza el estudio), un 12% de los individuos estudiados reportó síntomas depresivos. ¿Cómo influyó el tiempo dedicado a conducir y a ver la televisión en la depresión? Los que conducían más de nueve horas a la semana vieron aumentado su riesgo de depresión en un 28%. Los que veían más de 10 horas de televisión semanal presentaron aún más riesgo: 52%. Y los que combinaban más de 19 horas entre estos hábitos sedentarios vieron dispararse el riesgo hasta un 74%. La mejor noticia del estudio llegó del lado de los que practicaban ejercicio físico. Aquellos que sumaban dos horas y media semanales de ejercicio (la recomendación actual) vieron cómo la conexión entre conducir, ver televisión y el desarrollo de hábitos depresivos desaparecía totalmente.
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